Las transacciones seguras sin contacto serán esenciales para mantener seguros a los empleados y clientes en la era de las compras y el lugar de trabajo posterior a la pandemia. COVID-19 ha acelerado gran parte de la transformación digital que ya se está desarrollando para el comercio, en línea, en tiendas físicas y dentro de los lugares de trabajo corporativos.
Algunos de estos procedimientos sin contacto ya se están implementando. A medida que se vuelven más prominentes, los consumidores disfrutarán de experiencias de compra que ya no dependerán de los pagos de una pieza de plástico con un alfiler de cuatro dígitos.
En cambio, los consumidores utilizarán sensores de movimiento únicos en dispositivos de teléfonos inteligentes para autenticar pasivamente a las personas mediante su comportamiento al caminar y otras señales biométricas contextuales.
Esa visión futurista no está tan lejos de convertirse en parte de la nueva normalidad cuando las hibernaciones sociales impuestas por la pandemia ya no sean necesarias.
Gran parte de este mismo enfoque se está preparando para el lugar de trabajo a medida que las empresas se preparan para el regreso a las oficinas. Obviamente, existe una mayor sensibilidad a no tocar las cosas.
Por lo tanto, el uso de estas mismas tecnologías de detección de movimiento para reconocer la identificación de un trabajador y abrir las puertas a medida que se acerca hará que los entornos sean más seguros en la nueva normalidad.
La confiabilidad de la autenticación biométrica varía considerablemente de una tecnología a otra, según Robert McKay, vicepresidente senior de soluciones de riesgo en Neustar .
La biometría del comportamiento debe considerarse como un ingrediente de una receta de autenticación sólida que también utiliza una combinación de datos en línea, fuera de línea y basados ​​en dispositivos, respondió.

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